A todos nos enseñaron de pequeños a ser educados y siempre dar lo mejor de nosotros. Debido a lo anterior, para algunas personas es muy difícil decir “no” a las solicitudes de sus cercanos o a las oportunidades del mercado, incluso a las más extravagantes. En este sentido, la experta en etiqueta y fundadora de Protocol School de Palm Beach, Jacqueline Whitmore, te cuenta por qué es tan importante que incluyas esta palabra en tu diccionario y cómo puedes romper el miedo de decirla:
Cuando empecé la Protocol School de Palm Beach, perseguí todas las oportunidades que se me presentaron. Mi compañía era nueva y necesitaba clientes para expandir mi negocio, así que le dije que sí a todo. Al principio, fue genial. Mi red de contactos profesionales creció y también lo hizo mi base de clientes. Pero entonces me golpeé contra la pared porque estaba agotada y sobrecargada. Mi calendario continuaba llenándose, pero mi resultado final se estancaba.
Estaba tan ocupada persiguiendo todas las oportunidades que terminé desviándome del foco inicial. Entonces di un paso atrás y empecé a medir qué eventos y actividades realmente hacían crecer mi empresa. Cambié mi modelo de negocio y accedí únicamente a las cosas que me ayudaban a escalar en lo que quería, diciendo que no a todo lo demás.
¿Por qué esta pequeña palabra es tan difícil de decir para la mayoría de nosotros? En el fondo todos queremos ser queridos, por lo que nos preocupamos de que decir “no” vaya a cambiar la forma en que nos ven los demás. Esto puede ser especialmente difícil si te gusta complacer a la gente. Pero antes de que tomes cualquier otra responsabilidad más, aquí hay algunas pautas a tener en cuenta:
1. Sé proactivo
Cuando dices que sí a todas las oportunidades, tus acciones se vuelven reactivas y pueden afectar a otras áreas de tu negocio. Puedes llegar a ser demasiado sensible a las situaciones llenas de presión y perder tu foco. Los empresarios reactivos a menudo se convierten en esclavos de las demandas de los clientes, empleados, inversionistas y socios. En lugar de trabajar hacia tus metas a largo plazo, podrías encontrarte persiguiendo cada peso y disminuir tus ganancias futuras en el proceso.
2. Desarrolla criterios para los eventos
Haz una lista de objetivos y metas para ti y tu negocio. Cuando decidas ir a un evento o conferencia, asegúrate de que te beneficiarás de alguna manera por asistir. En otras palabras, mide el costo de oportunidad de tu tiempo de compromiso contra el retorno de la inversión potencial.
3. Negocia mejores oportunidades
Si alguien te invita a un evento, ofrécete como voluntario para hablar en él. Negocia una fecha en que la mayoría de los participantes estarán presente. Alcanza las mejores oportunidades siempre que sea posible.
4. No regales lo que puedes vender
Es fácil desarrollar una reputación de desesperación. Si dices que sí cada vez que alguien te pide que compartas tus consejos, deterioras el valor de tu experiencia. Tu tiempo es valioso. Cualquier momento que pasas lejos de tu negocio tiene un costo de oportunidad. No tengas el hábito de repartir conocimientos u otra información de forma gratuita, ya que es tu valor como empresario.
5. Practica la declinación cortés
Cuando dices que no a las cosas que no ayudarán a crecer tu negocio o relaciones futuras, te dices sí a ti mismo. Te conviertes en la prioridad y permaneces fiel a la dirección de tu empresa. Si no estás seguro de pronunciar “no” en tus relaciones profesionales, practica con tus amigos y conocidos siempre que sea posible.
6. Elige selectivamente a los clientes
Si alguna vez has tenido un cliente difícil o un cliente que se quejaba constantemente acerca de las tarifas, ya sabes el dolor de cabeza que puede ser. Te quita tiempo, energía y recursos. Los particularmente complicados pueden ser una pesadilla emocional y te empujan hasta tu límite. Busca señales de alerta cuando los conoces. Si sientes que pueden haber conflictos de personalidad o el alcance del proyecto puede crecer más allá de la solicitud inicial, no tengas miedo de recomendar a otra persona.
7. Decir “no” te hará ser un mejor empresario
Se requiere un poco de sentido común para rechazar oportunidades. Sobre todo al principio, una gran cantidad de nuevos propietarios se preocupan pensando que nunca conseguirán otro cliente o cerrar otro acuerdo. Pero no tengas miedo de dejar ir una oportunidad si no te parece bien. Si mantienes una actitud positiva, encontrarás que otra vendrá y tomará su lugar en el momento oportuno.