Los fans de los libros impresos, que han vivido mucho tiempo con el temor de que su librería de barrio quede obsoleta a causa de la venta de libros electrónicos, pueden consolarse con las nuevas cifras de la empresa Libros Nielsen, que muestran una menor venta de ebooks que los libros de tapa dura y de bolsillo durante el primer semestre de 2014.
Según la encuesta de Nielsen, los ebooks constituyeron sólo un 23% de las ventas unitarias durante los primeros 6 meses del año, mientras que los ejemplares de tapa dura constituyeron un 25% y los de bolsillo un 42% del total de las ventas. En otras palabras, no sólo fueron superados por las ventas totales de los impresos, con el 67% del mercado, sino que también fueron superados de manera individual por ambos.
Debido al crecimiento explosivo de las ventas de las obras electrónicas (desde el lanzamiento del Kindle el año 2007) -representando aumentos en las ventas de tres dígitos durante varios años- muchos esperaban que la industria del libro de papel desapareciera dentro de poco. Sin embargo, las ganancias recientes de los e-books parecen haberse estabilizado, debido al dominio de los impresos. En 2013, el crecimiento de los electrónicos se redujo a un sólo dígito y los nuevos números de Nielsen sugieren la estabilización de sus ventas.
En la página web Electric Literature, Lincoln Michel dijo que estas cifras anticipan un futuro en el que los libros de papel y los libros electrónicos van a coexistir pacíficamente. Esta esperanza también se expresó el año pasado en la revista norteamericana de noticias Publishers Weekly, donde el CEO de Perseus Books Group, David Steinberger, comentó que: “Un mercado saludable, diverso, con múltiples formatos, precios y opciones de canales para el consumidor, es generalmente algo positivo para los lectores, autores y editores en general”.
El autor Stephen King afirmó a HuffPost que él también piensa que los libros impresos tienen un futuro largo y brillante: “Creo que los libros van a existir por un largo, largo tiempo“. King comparó positivamente las perspectivas con las de los CDs y discos de vinilos: “Las grabaciones de música han existido desde hace, más o menos, 120 años, los libros han existido alrededor de tres a cuatro siglos. Hay un gran deseo profundamente implantado en los libros que no existe en la música”.
Esta continua variedad de formas no sólo hace que los consumidores elijan conscientemente, sino que también puede ser de gran ayuda para aquellos preocupados por las posibles desventajas de la lectura electrónica. Dada la creciente, aunque todavía preliminar, evidencia de que los libros impresos pueden permitir lectura más profunda y una mayor comprensión y memorización que los libros digitales, los defensores más comprometidos con el papel, han advertido varias veces que la lectura electrónica podría erosionar nuestra capacidad para leer profundamente.
Si las nuevas tendencias continúan, tales advertencias de la desaparición de los libros impresos pueden demostrarse haber sido muy exageradas.
Visto en HuffPost.