Cuando armes tu equipo debes tener siempre en cuenta que con ellos sacarás tu proyecto adelante.
Armar un equipo es clave para el desarrollo de tu negocio. Con ellos trabajarás codo a codo para alcanzar tus metas y dependiendo de la calidad de éste, puede que lo logres o te quedes en el camino. No sólo es importante la selección de cada uno de sus miembros sino también el cómo fijas las líneas de la cancha para que ellos puedan jugar sin problema. Es imperante que sepan que el cliente es la máxima prioridad y que se entregará el máximo para que quede satisfecho con nuestro servicio. Esto y mucho más en el siguiente artículo.
1. Busca siempre excelencia y confianza
Cuando armes tu equipo debes tener siempre en cuenta que con ellos sacarás tu proyecto adelante. Para esto debes pensar en tener a los mejores. Busca entre tus propias debilidades y consigue gente que sea mejor que tú en todos aquellos aspectos. Otro factor importante es la confianza. Antes de hacerlos parte de tu empresa debes pensar si realmente puedes confiar en ellos pues finalmente, más que empleados serán tus compañeros en la tarea de alcanzar el éxito.
2. Reglas fijas y claras
Todo funciona con reglas y mientras más claras sean, mejor. Tu primera regla debe ser, sin duda, que el cliente siempre tiene la razón. Las reglas deben ir enfocadas a alcanzar un servicio de excelencia y motivar a los empleados a luchar en conjunto por este fin. Redacta una guía de principios que le den identidad a tu empresa, un carácter, una personalidad y establece incentivos adecuados para que avancen en esta línea. De esta forma tus empleados se empaparán del espíritu del negocio.
3. Mantente abierto a toda sugerencia
Luego de un buen tiempo de trabajo, nadie sabe mejor que el empleado cuales son los problemas del día a día en tu empresa. Debes escucharlos con atención ya que esas ideas son clave para mejorar tu servicio. Reúnelos, hazlos sentir cómodos para opinar y recoge sus observaciones con atención.
4. Aplica las mejores ideas
Habiendo escuchado las recomendaciones de tus empleados evalúa cada una de ellas. Si detectas algunas factibles y que serán una gran ayuda para la empresa ponlas en marcha inmediatamente. Si existen dificultades para aplicarla demuéstrate dispuesto a luchar por que ésta sea llevada a cabo. Esto será una enorme motivación para los colaboradores ya que verán en ti alguien que realmente confía en ellos.
5. El cliente es el mejor consejero
Escuchar al cliente, incluso si no está hablando directamente con nosotros, debe ser una regla primordial. De su boca saldrán las opiniones más importantes para tu negocio. Alienta a tus trabajadores a tomar el peso a la importancia del cliente. Debe existir feedback constante entre uno y otro. Sólo ellos pueden darte una opinión neutra pues ellos son los que hacen uso del servicio.