Los efectos negativos de fumar durante el embarazo están muy claros, y al parecer, la influencia puede ser transferida a los nietos y bisnietos de los fumadores – incluso si la generación en cuestión no fuma. Siguiendo informes recientes acerca de cómo el estrés durante el embarazo puede ser transmitido a las cuatro generaciones siguientes, no nos sorprendemos, pero los cambios observados no siempre fueron en la dirección de lo esperado.
En la “American Journal of Human Biology” el profesor Jean Golding y sus colegas de la Universidad de Bristol informan de un estudio sobre las características físicas de niños de entre 7 y 17 años. Dividieron a los niños en cuatro categorías basadas en si sus madres y abuelas paternas y maternas habían fumado durante el embarazo.
Las niñas cuyas abuelas paternas habían fumado durante el embarazo, luego de controlar factores como la educación y si el padre había fumado o no, resultaron ser más altas que sus pares. Los niños y niñas con abuelas paternas fumadoras tenían mejor masa ósea y eran más magros, y los niños mostraban una creciente fuerza y estado físico a medida que crecían.
Dados los enormes efectos negativos de fumar, en particular durante el embarazo, la conexión no queda clara. El estudio se inspiró en uno conducido en Överkalix, Suecia, cerca del Círculo Ártico donde se divulgó mucha información acerca de niños que crecían en los siglos 19 y 20 y donde los períodos de buena y mala alimentación dejaban una marca dos generaciones más tarde.
Sin embargo los autores resaltan que en el Reino Unido, desde la segunda guerra mundial, no han habido años de hambrunas ni de superabundancia. En consecuencia, ellos eligieron el fumar como el factor ambiental más proclive a dejar una marca en el camino.
El grupo de muestra incluyó 8290 niños testeados a los 7 años, con más de 5000 de ellos aún participando en controles bienales a los 17 años.
Sin embargo el hecho que sólo algunas de las características medidas mostraran una correlación significativa, y que algunas de éstas fueran contrarias a la intuición, levanta preguntas acerca de la confiabilidad de estos hallazgos. Los mismos autores dicen, “explicar las diferencias de sexo es un desafío”. Aunque el artículo especula que estas diferencias pueden ser el resultado de una lucha en la genética de los padres, no aclara por qué fumar durante el embarazo produciría características consideradas como beneficiosas en los nietos.
Hace un año un artículo en The American Journal of Physiology produjo una opinión más negativa sobre los efectos de fumar y la llevó una generación más allá, aunque, en ratas. Las crías de ratas a quienes se les había administrado nicotina durante la preñez tenían un fenotipo asmático, y esto era trasmitido a los bisnietos de los sujetos inicialmente testeados. Ese estudio concluyó que la nicotina afectaba las células de los pulmones produciendo asma, y las células sexuales trasmitían esta característica hacia adelante en la descendencia.