Cha Kil-yong es un popular profesor de matemática online en Corea del Sur. Cha usualmente se disfraza en su programa para captar de mejor manera la atención de sus estudiantes.
Agarrando sus auriculares y cerrando los ojos mientras cantaba y hacía un dúo con una de las actrices más populares de Corea del Sur, Cha Kil-yong podría pasar por estrella de K-Pop.
Sin embargo, Cha no es ni cantante ni actor. Es una celebridad única en su tipo en Corea del Sur: Una estrella de la enseñanza.
¿Y esa canción que cantaba con Clara, una gran celebridad Coreana en un video musical que no parecería extraño de ver en MTV? Se llamaba “El pozo mayor de los SAT”.
En este país que está obsesionado con la educación, Cha es uno de los mejores profesores de matemáticas. Sin embargo, no enseña en ningún colegio. Tiene un colegio online llamado SevenEdu que se centra completamente en preparar a los estudiantes para dar los exámenes necesarios en el área para entrar a la universidad.
En este lugar, enseñar paga muy bien: El año pasado Cha ganó $8 millones de dólares.
“Estoy locamente enamorado de las matemáticas”, comentó Cha, viéndose con mucho estilo con su camisa, sus pantalones y su chaqueta de tweed en su oficina en Gangnam. Gangnam es la parte más adinerada de Seoul y es famosa por el consumismo y por la canción “Gangnam Style.”
Es difícil exagerar la importancia que Corea del Sur le da a la educación. Esta es una sociedad en la cual tienes que entrar al kindergarten correcto para poder entrar al colegio indicado y luego entrar a la universidad correcta. Lo cual, por supuesto, hace que tengas el trabajo indicado y la pareja indicada.
Incluso existe la versión Coreana de la madre sobreprotectora: “chima baram”, literalmente “falda de viento”, para describir a las madres que entran enojadas a la sala de clases y demandan que su hijo o hija puedan sentarse en los primeros asientos o para pedir explicaciones por sus notas.
Muchas familias coreanas se dividen y viven en lugares opuestos del mundo en búsqueda de una mejor educación: Las madres y los hijos viven en Estados Unidos o algún otro país de habla inglesa de manera de asegurar la entrada de sus hijos a alguna universidad prestigiosa (de preferencia Harvard). El padre termina trabajando en Corea del Sur, y visita a la familia cuando puede.
Todo eso se combina para hacer que los exámenes de entrada a la universidad sean el equivalente al evento más importante de la vida de un joven en Corea del Sur.
Como tal, la mayoría de los adolescentes hacen ‘turnos dobles’ en el colegio: De día van a sus clases normales y luego siguen con horas extras de estudio. Además, las escuelas online han ido en aumento, reemplazando a las escuelas normales. Estas escuelas online se han convertido en una industria de $20 billones de dólares.
La devoción al estudio le ha ayudado a Corea del Sur a siempre estar entre los mejores de los países desarrollados en lo que se refiere a lectura, matemáticas y ciencia; a pesar de que los últimos rankings de la Organización del Desarrollo y Cooperación Económicos también han demostrado que los estudiantes coreanos ocupan el último lugar al responder si son felices en el colegio. Corea del Sur también tiene la tasa más alta de suicidio del mundo desarrollado, lo que podría sugerir que el estar tan centrados en la educación, causa una gran cantidad de estrés.
Algunos políticos y profesores actualmente están cuestionando si es que acaso las cosas se han salido de control. Sin embargo, incluso los padres que se oponen a este sistema encuentran difícil salirse del sistema: sus propios hijos se quejan que no pueden mantenerse al ritmo de los demás si no toman horas extras de estudio.
Esas son buenas noticias para profesores como Cha, quien comenzó a enseñar como una forma de pagar su doctorado.
Alrededor de 300.000 estudiantes toman sus clases online en cualquier minuto del día, pagando $39 dólares por un curso de 20 horas (mientras que las escuelas tradicionales cobran hasta $600 dólares por un curso normal). Les enseña trucos para rendir los exámenes contra el reloj, incluyendo atajos que los estudiantes pueden tomar para resolver los problemas de manera más fácil.
Cuando le preguntamos qué era lo que lo diferenciaba del resto, Cha comentó: “Imagina que le das los mismos ingredientes a 100 chefs diferentes. Cada uno haría un plato diferente a pesar de estar trabajando con los mismos ingredientes. Lo mismo pasa con una clase de matemáticas. Aunque sea matemática y todo sea en coreano, puedes usar ingredientes diferentes para lograr resultados diferentes”.
Su estudio tiene una pizarra y escritorios, y detrás de cámara hay varios implementos que usa, incluyendo máscaras de hipopótamos y Batman y una chaqueta dorada.
“No sólo estás enseñando algo, también tienes que ser capaz de entretener a la audiencia”, afirmó Cha, evitando decir su edad y comentando que lleva 20 años trabajando.
El día de los exámenes, visita los colegios y anima a los estudiantes. También hace comerciales para promocionar productos tales como una bebida de ginseng rojo que supuestamente aumenta el poder del cerebro.
Kwon Kyu-ho, un importante profesor de literatura, también aparece con estrellas de K-Pop y tiene un lucrativo negocio dándole respaldo a las celebridades y prestando su nombre a una compañía que ayuda a las personas a estudiar mejor.
Mantener su posición no sólo requiere buenas lecciones. Kwon, de 33 años, también se hace limpiezas faciales regularmente, ejercita y ha dicho que algunos profesores incluso tienen estilistas.
“Siempre quise ser un mejor profesor, pero creo que el método de enseñanza de una escuela normal tiene límites. Tienes que enseñar de una cierta manera”, comentó Kwon, cuyas lecciones aparecen en los sitios Etoos y VitaEdu. “Y, por supuesto, estoy ganando bastante dinero de esta manera”.
No quiso dar una cifra exacta de cuánto ganaba y sólo dijo que eran “varios millones” de dólares al año. Kwon comentó que el secreto de su éxito había sido darse cuenta de cuáles eran las partes de la prueba que les daban mayores problemas a los estudiantes. En sus clases se centra más en estas áreas problemáticas.
Este estilo de educación tiene sus beneficios, comentó.
“Creo que uno de los beneficios de la educación privada es que los profesores compiten los unos con los otros e intentan desarrollar contenido de mayor calidad” dijo. “Tenemos dinero. Podemos invertir en cosas que los profesores normales no podrían”.
A medida que el presidente Park Geun-hye sigue promoviendo una “economía creativa” como parte central de su plan para llevar a Corea del Sur al siguiente nivel en términos de desarrollo, muchos analistas comentan que al país le haría bien ver la educación desde un nuevo punto de vista.
Lee Ju-ho, quien fue ministro de educación hasta el año pasado, está entre los que opinan de esta manera.
“Todo estas sesiones de estudio podrían llevar a tener problemas a la hora de mejorar otras habilidades como la personalidad, la creatividad y el pensamiento crítico,” comentó. “Estas escuelas online sólo contemplan un aprendizaje mecánico y la memorización de contenido”.
Lee comentó que todos los problemas nacen del procedimiento para entrar a la universidad, el cual se ha negado a mirar más allá de los puntajes de las pruebas y tomar en cuenta criterios tales como actividades extracurriculares o ensayos personales, algo que es común en muchos países occidentales.
“Realmente necesitamos cambiar”, comentó Lee, quien hoy en día es profesor en la Escuela de Políticas Públicas y Administración del Instituto de Desarrollo Coreano.
Visto en Washingtonpost.